A veces, la luz engaña y el cerebro procesa imágenes de una vida que no existe, de una coyuntura particular que nos lleva a reaccionar del modo más impredecible. Es culpa de la luz, y del sistema de gestión de información humano.
"Decisión = Información convertida en acción"
Pero si partimos de un análisis y relación errónea de los datos, una contextualización mal enfocada de frgamentos inconexos de la realidad ¿Qué decisiones tomamos? De nuevo la luz, nos ciega y ofusca y hiere, invalidadando todo principio de irracionalidad personal.
Quizás, si hiciéramos caso a este último, optaríamos por no tomar ninguna decisión hasta corroborar los datos con otro tomados de manera transversal. Eso nos haría dejar de ser humanos para convertirnos en Buddha. O, con suerte, en la mujer de Lot: una estatua de sal paralizada no por la mano de Dios, sino de la luz que emana de del velo de incertidumbre que rodea a cualquier tipo de decisión, y, por tanto, de acción.
El mal de la humanidad desarrollada es la parálisis por análisis, cuando no se llega a actuar si no se tiene un camino iluminado.
A veces creo que prefiero vivir a oscuras a que la información me cubra con su manto estrellado de manera homogénea e imperfecta, como la materia oscura envuelve el universo. Quizás entonces fuera capaz de intuir mi camino, y si no, al menos seré feliz en mi ignorancia de la existencia de otras alternativas.